Casi todos hemos oído hablar alguna vez del Cambio Climático: La consecuencia de la actividad productiva humana ha tenido como consecuencia el incremento de las temperaturas medias del planeta a raíz del aumento de la concentración en la atmósfera de determinados gases. Recordemos que el fenómeno tiene lugar porque algunos gases, como el dióxido de carbono (CO2), dejan pasar la luz del Sol hacia la Tierra pero, luego, solamente dejan escapar al espacio una parte del calor que despide nuestro planeta, provocando así el llamado Efecto Invernadero.

La única defensa razonable ante el cambio climático es la reducción drástica de emisiones de dióxido de carbono (Protocolo de Kioto) cambiando el sistema energético (Energías Alternativas) y, por tanto, el económico, renunciando a la devoradora filosofía de desarrollo sin límites.